Cantábrico
- Joaquín Gutiérrez Acha, 2016
- 10-13 años
- Documental
- 90 min.
- Idioma original: Castellano
- Dirección: Joaquín Gutiérrez Acha
- Año: 2016
- Género: Documental
- Calificación oficial: Apta para todos los públicos
- País: España
- Versiones disponibles: Castellano
- Temas: ecología naturaleza cambio climático vida rural animales
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Premios, nominaciones y festivales:
- Premios Goya 2017: Nominada a Mejor documental
En el norte de la Península Ibérica una imponente cordillera de más de 400 Km. se levanta como una gran barrera paralela a la costa del mar que lleva su nombre, el Mar Cantábrico. En su otra vertiente, la cordillera Cantábrica se nos presenta repleta de cañones y apretados bosques continentales de hayas, robles y castaños. La influencia cálida del mar, ha determinado un clima con elevadas precipitaciones originando montes de exuberante vegetación. Es el lugar perfecto para esconder un gran número de animales y otras formas de vida que cohabitan aquí desde tiempos inmemoriales. Pero por encima de todo, es el territorio de una de las criaturas más formidable del hemisferio norte: el oso pardo cantábrico. Y es precisamente este fabuloso animal, uno de los que hemos escogido para conducir nuestra película.
El Cantábrico es un lugar mágico y misterioso donde muchos de sus rincones están aún por descubrir. Es el reino de los bosques, el dominio de los caballos salvajes, la tierra donde las nieblas esconden a los lobos ibéricos, a los gatos monteses y a los urogallos, el lugar donde la fantasía y la realidad caminan juntas. Un territorio salvaje que permanece aún en el olvido y que el mundo debe conocer.
Fuentes.- Información facilitada por la distribuidora de la película en España, así como la disponible en la base de datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
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Guía de especies del Cantábrico
- 10+
- Offline
- Público
A través de este recurso didáctico el alumnado aprenderá los diferentes animales que aparecen en la película Cantábrico.
En el Cantábrico, un mosaico de paisajes encajados entre valles y picos, cada pradera es una isla; cada mata de bosque un mundo; cada crestería rocosa un refugio. Y aquí, en los muchos abrigos y oquedades abiertos en la roca caliza, todavía podemos observar los animales pintados hace milenios por unos observadores, los cazadores paleolíticos, que, como nosotros hoy día, ya se asombraban ante las maravillas del Cantábrico.